Desmienten detención de operador de Morena con 2 millones en La Laguna

En la antesala electoral, la mentira es más barata que el café de campaña. La mañana del 31 de mayo, en pleno hervor preelectoral, una supuesta bomba informativa estalló en redes sociales: un tal “Francisco V. N.”, presunto operador político de Morena, habría sido sorprendido con más de 2 millones de pesos en efectivo y listas de votantes en Lerdo y Gómez Palacio. Tan solo leerlo hacía pensar que habíamos vuelto al 1988, pero sin la decencia de usar papel carbón.

El origen de la nota, sin embargo, huele más a improvisación que a periodismo: Tiptip MX, un portal digital cuya existencia es más efímera que un meme de TikTok, publicó la «exclusiva» sin pruebas documentales, sin fotografías, sin fuente oficial… sin nada. Apenas la tinta digital de una narrativa que ha sido compartida, replicada, distorsionada y creída por algunos incautos deseosos de escándalos electorales al por mayor.

Las autoridades consultadas —incluyendo la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República— fueron tajantes: no hay registro alguno de esa detención. En otras palabras, ni rastro de Francisco, ni del dinero, ni de las listas, ni del operativo. Como bien diría un ministerio público de la región, “ni siquiera han traído café, mucho menos un detenido.”

La información circuló veloz, pero sin freno ni dirección. “Cae operador de Morena con 2 millones y listas nominales”, decían algunos encabezados con más dramatismo que rigor, y con menos contexto que un meme sacado de WhatsApp. Pero el teatro se desmorona cuando no hay boletines oficiales, ni partes informativos, ni siquiera un acta de aseguramiento. Lo que hay, eso sí, es una larga tradición de fabricar fantasmas electorales a pocas horas de que se abran las urnas.

Analistas políticos de la región han advertido una y otra vez sobre la proliferación de estas “campañas de humo”, diseñadas para confundir, sembrar dudas y desmovilizar al electorado. Todo indica que esta historia es más una estrategia de manual que un hecho comprobable. A falta de pruebas, abundan los intereses.

El supuesto implicado ni siquiera tiene nombre completo. Ni foto. Ni filiación partidista confirmada. Y mientras tanto, Morena —acostumbrado a que lo linchen en la plaza pública con base en rumores— ha optado por el silencio institucional. Según fuentes internas, consideran que desmentir cada ocurrencia sería darle oxígeno a la mentira. Aunque quizás en este caso, un ventilador no le vendría mal a la verdad.

En medio del ruido, lo más sensato parece ser lo más difícil: verificar antes de compartir, contrastar antes de indignarse, y recordar que no todo lo que circula en redes tiene más valor que un volante olvidado en la banqueta. Como dirían los clásicos: la democracia no se defiende reenviando cadenas, sino votando con información clara y decisiones propias.

Mientras tanto, La Laguna sigue en calma. Francisco V. N. sigue siendo un misterio. Y los dos millones de pesos… bueno, probablemente estén más cerca de una fantasía electoral que de un expediente judicial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *