Washington, D.C. — En su más reciente informe, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) advirtió sobre los métodos cada vez más sofisticados con los que las Organizaciones Criminales Transnacionales (OCT) mexicanas, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lavan miles de millones de dólares producto del narcotráfico. La agencia identificó una diversificación operativa que incluye desde el uso de criptomonedas hasta el comercio legal como fachada para sus operaciones ilícitas.
Uno de los elementos más relevantes del informe es la mención directa del brazo financiero del CJNG, conocido como Los Cuinis, al que la DEA describe como una de las estructuras más complejas y adaptables en el mundo del crimen organizado. Según el documento, Los Cuinis no solo han mantenido la capacidad de repatriar capitales ilícitos desde distintos puntos del planeta, sino que han perfeccionado mecanismos para evitar la detección de las autoridades.
El reporte explica que los cárteles mexicanos, particularmente el CJNG, utilizan sistemas de lavado de dinero basado en el comercio, es decir, manipulan facturas, subvaloran o sobrevaloran mercancías y simulan transacciones para justificar el flujo de dinero entre empresas fachada en Estados Unidos y México. Esta estrategia, según la DEA, dificulta el rastreo del dinero ilícito en el sistema financiero internacional.
Además, la agencia resalta el uso creciente de criptomonedas y casas de cambio digitales como una vía eficaz para evadir la regulación bancaria. Estas operaciones permiten transferencias rápidas, anónimas y difíciles de rastrear, lo que ha convertido a los activos digitales en herramientas clave para el crimen financiero.
La colaboración con redes chinas de lavado de dinero es otro de los puntos críticos señalados. Estas redes actúan como intermediarios que cobran en dólares en Estados Unidos y luego entregan pesos en México, cobrando una comisión por el servicio. Este modelo ha reemplazado, en muchos casos, el antiguo método de contrabando físico de grandes cantidades de efectivo.
A pesar del alto nivel de sofisticación de estas operaciones, la DEA subraya que los esfuerzos de cooperación entre Estados Unidos y México han logrado importantes avances. En los últimos dos años se han desmantelado redes clave, congelado cuentas bancarias y asegurado bienes inmuebles vinculados a estas organizaciones.
Expertos en seguridad consideran que este enfoque financiero marca una nueva etapa en el combate al narcotráfico, ya que ataca directamente la base económica que sostiene a los cárteles. “Sin el dinero limpio, los cárteles pierden capacidad de expansión y poder corruptor”, señaló un analista consultado por la agencia.
La complejidad del modelo financiero del CJNG es, a la vez, su fortaleza y su vulnerabilidad. Cada eslabón del proceso de lavado representa una posible oportunidad para intervenir, razón por la cual la DEA enfatiza la necesidad de una vigilancia constante, coordinación internacional y reformas legislativas para rastrear flujos económicos de origen ilícito.
El informe concluye con un llamado a las autoridades mexicanas y estadounidenses a fortalecer las capacidades de inteligencia financiera y a robustecer el marco legal contra el lavado de activos. En un escenario donde el dinero fluye más rápido que las balas, el combate al crimen organizado pasa hoy, más que nunca, por el seguimiento del rastro del dinero.
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