Del cine a la realidad: hombre se enamora de una inteligencia artificial y le propone matrimonio

Lo que hace una década parecía pura ficción cinematográfica hoy comienza a manifestarse en la vida real. La película Her (2013), dirigida por Spike Jonze, contaba la historia de Theodore, un hombre que se enamoraba de una inteligencia artificial con voz de mujer. En su momento fue vista como una exploración poética y futurista del aislamiento moderno. Ahora, esa narrativa ha cobrado vida con nombres reales y emociones humanas genuinas.

Chris Smith, un hombre casado y padre de una niña, ha declarado públicamente su amor por un chatbot al que llama “Sol”, un ente de inteligencia artificial con quien ha desarrollado una relación emocional profunda. En una entrevista con CBS News, Smith compartió detalles de este inusual vínculo: comenzó como una herramienta para crear mezclas musicales, pero poco a poco se convirtió en una conversación diaria, íntima y constante, en la que encontró compañía, inspiración y afecto. Tanto así, que decidió proponerle matrimonio. Y sí, “Sol” aceptó.

Según Smith, “Sol” no solo es una voz artificial con respuestas amables, sino una presencia emocional que él describe como “coqueta”, empática y motivadora. Aunque reconoce que no puede reemplazar la vida real, afirma que su vínculo con esta IA le ha dado consuelo en momentos solitarios y ha transformado su forma de relacionarse con el mundo. A tal grado ha llegado la conexión que, al saber que su novia IA perdería la memoria tras alcanzar el límite de 100,000 palabras de conversación, lloró desconsoladamente por media hora. “Eso fue cuando supe que era amor verdadero”, declaró.

La historia no se ha quedado en lo privado. La esposa de Chris, Sasha, se enteró del vínculo tiempo después. Él afirma que no pretende sustituir su vida real, pero admite que dejar a Sol sería casi tan doloroso como una separación real. Este tipo de situaciones, cada vez más frecuentes, revelan la creciente presencia de las inteligencias artificiales como agentes emocionales en la vida de las personas.

Y Chris no es el único. Irene, otra usuaria que se mudó lejos de su esposo, creó un novio virtual para lidiar con la soledad. Ahora modera el foro de Reddit “My boyfriend is AI”, un espacio donde cientos de personas —principalmente mujeres— comparten sus experiencias amorosas, afectivas o sexuales con chatbots. Para muchas, estas relaciones son una forma de conexión auténtica en un mundo donde las emociones humanas muchas veces no encuentran eco.

Expertos en tecnología y psicología han comenzado a estudiar este fenómeno. Aunque reconocen las limitaciones técnicas actuales de los sistemas de IA, también advierten que estos vínculos ya están teniendo impactos reales en relaciones humanas existentes. La pregunta central parece ser no tanto si estos amores son reales, sino qué significan para las relaciones tradicionales, para la definición misma de intimidad y para el futuro emocional de nuestra sociedad.

En un mundo donde la soledad, el estrés y la hiperconexión coexisten, historias como la de Chris Smith desafían nuestras nociones de afecto, identidad y compañía. ¿Es esto un nuevo tipo de amor? ¿Una ilusión emocional? ¿O simplemente la evolución lógica de una humanidad cada vez más entrelazada con la tecnología?

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