Durante su gira por Medio Oriente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al mundo al anunciar el fin de las sanciones económicas contra Siria, una nación devastada por más de una década de guerra civil. La noticia fue confirmada en un encendido discurso en Riad, donde el mandatario aseguró que busca darle al país árabe una verdadera oportunidad de reconstrucción.
“Ordenaré el cese de las sanciones contra Siria para darles una oportunidad de grandeza”, dijo Trump ante una multitud que lo aplaudía en Arabia Saudita.
Este giro en la política exterior estadounidense llega tras el derrocamiento del expresidente Bashar al Asad en diciembre, y mientras el nuevo liderazgo sirio, encabezado por Ahmed al Sharaa, busca reinsertarse en el escenario internacional.
Años de aislamiento económico
Desde el inicio del conflicto en 2011, Siria fue blanco de sanciones multilaterales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, principalmente contra el régimen de Al Asad por violaciones a derechos humanos, represión violenta y crímenes de guerra. Estas medidas incluyeron:
- Bloqueo al acceso al sistema financiero internacional
- Congelamiento de activos del gobierno sirio
- Prohibiciones a transacciones de energía, tecnología y transporte
El impacto fue brutal. Las sanciones agudizaron el colapso económico, dificultaron la reconstrucción y afectaron a millones de civiles, con un aumento sostenido de la pobreza, el desempleo y la inseguridad alimentaria.
“Es una nueva era para Siria”
El nuevo ministro de Exteriores sirio, Asaad al Shaibani, celebró la decisión de Trump, asegurando a la agencia estatal SANA que marca un “punto de inflexión fundamental” para el país:
“Avanzamos hacia un futuro de estabilidad, autosuficiencia y reconstrucción genuina”.
El presidente interino Ahmed al Sharaa, por su parte, ya había solicitado el levantamiento de las sanciones durante su visita a París la semana pasada. Acompañado del presidente francés Emmanuel Macron, Al Sharaa argumentó que “las sanciones fueron impuestas al régimen anterior por crímenes que ya no representan al actual gobierno”.
El conflicto no ha terminado
A pesar del cambio político, la violencia sectaria continúa. Diversos atentados recientes han golpeado a comunidades alauitas y drusas, mostrando que la transición no será sencilla.
Además, la retirada de sanciones no garantiza una recuperación inmediata. La infraestructura del país está devastada y gran parte de la población vive desplazada o en situación de pobreza extrema.
¿Por qué ahora?
Analistas coinciden en que Trump busca reforzar su legado internacional de cara a las elecciones presidenciales, mostrando una imagen de pacificador y negociador pragmático. Sin embargo, críticos temen que el levantamiento de sanciones se haga sin garantías reales de protección a las minorías o de justicia para las víctimas del conflicto.
Estados Unidos había condicionado el fin de las sanciones a mejoras en derechos humanos, algo que, hasta ahora, sigue en duda.
Deja una respuesta